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Una situación por demás caótica e insostenible es la que está viviendo la familia Driuzzi en el barrio El Inmigrante II. En menos de una semana, los delincuentes ingresaron en dos oportunidades a la vivienda y la desvalijaron.
Con la voz entre cortada, y con la tristeza a flor de piel, Melanie explicó que a la propiedad la adquirieron hace unos 15 años. Lejos de haber tenido una vida normal y tranquila, como en cualquier barrio de la ciudad, piensa que las represalias podrían estar vinculadas a que integrantes de la familia son militares y policías.
El primero de los ataques ocurrió hace algunos días, en el cual les llevaron un portón y una reja que estaba colocada en la parte delantera del inmueble.
Lejos de ser un robo más, anoche, los amigos de lo ajeno volvieron a violentar la humilde propiedad.
“Ahora se nos llevaron todas las puertas y los elementos del baño”, comentó indignada Melanie.
Desde la familia se han comunicado y radicado la denuncia en la Comisaría 14, aunque las respuestas por parte de los uniformados no han logrado convencer a las víctimas.
Con muchísima tristeza en su relato, añadió: “estamos amenazados no podemos vivir acá, ya, nos han robado todo. Hoy a mi mamá ya se le bajó la presión, la van a terminar matando”.
Sobre el cierre de la charla, Driuzzi comentó que también le han pedido ayuda al Intendente Walther Marcolini, aunque por el momento las respuestas no aparecen.