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Luego de varios años de sequía en el fútbol local, Ferro Carril Oeste volvió a gritar campeón en la máxima división.
Con la tranquilidad de haberse impuesto en la ida, Ferro entró relajado al choque de vuelta.
Aguantando los embates de un desconcertado Luminares, que apostó mucho al pelotazo, Ferro supo contrarrestar los intentos de la visita.
El dueño de casa no fue del todo claro de mitad de cancha hacía adelante. La ausencia de Damián Hernández se sintió, y los dirigidos por el pulpo no le encontraban la vuelta para llegar con claridad al arco defendido por Amilcar Miranda.
En la etapa final el nerviosismo se apoderó del conjunto de Pablo Castro, lo que fue bien aprovechado por Ferro.
Cuando el cronómetro marcaba 40, y al partido poco le quedaba, el ingresado Chávez venció a Miranda, que anteriormente le había tapado una jugada clara.